Ayer, justo en el descanso de una clase me llegó un sms que decía: ya tienes otro primo. Pues sí, a eso de las cinco de la tarde nacía un nuevo miembro de mi familia, y no me puede aguantar la ganas de conocerle, así que según acabaron las clases marché escopetada hacia el hospital... y cuando le ví... pensé... ¡cómo una cosa tan pequeñita puede ser tan guapa y dar tanta felicidad! pero así es la vida, y el milagro de la misma.
Lo más bonito fue ver el momento de foto, y eso que no la saqué, ese momento en que los papás se quedan mirando al pequeñín, y es la ocasión perfecta para decir ¡ohhh, qué bonito!
La verdad es que es una gozada el poder disfrutar de estos maravillosos momentos.
En fin, cuidaros y a pasarlo bien. Besazos.